
Quién no ha visto este divertido souvenir por las calles de Portugal... ¿quién? pues yo misma! Lo he visto en fotos de revistas, en reportajes pero por fin lo tengo cara a cara (con una cara de gallo que pone el tío, que no veas...). Me lo acaban de traer de un mini viaje a Portugal mi compi de trabajo G (que es un sol) y su cariño M (otro solete), y así me tienen de mimada. Además en el paquete también venía una bolsita bordada a punto de cruz con un barquito (je je, ya se por donde va todo esto...) con cositas olorosas dentro. Que digo yo todo el día que la bolsita huele a Portugal. Pues he buscado el texto de la leyenda por si no la conocéis (yo me acabo de enterar por cotillear en la red).
LA LEYENDA DE BARCELOS (Fuente: Wikipedia)
Un peregrino gallego que salía de Barcelos (ciudad portuguesa del distrito de Braga) camino de Santiago de Compostela fue acusado de haber robado la plata a un terrateniente y condenado a la horca. Como última voluntad, pidió ser llevado por última vez ante el juez, que se encontraba comiendo un pollo (un gallo) asado. El peregrino le dijo que, como prueba de su inocencia, el gallo se levantaría y se pondría a cantar. El juez echó el plato para un lado e ignoró las palabras del hombre.
Sin embargo, en el preciso momento en que el preso estaba siendo ahorcado, el gallo se levantó y cantó. El juez, habiéndose dado cuenta de su error, echó a correr hacia la horca y descubrió que el gallego se había salvado gracias a un nudo mal hecho.Según la leyenda, el gallego volvió años más tarde para esculpir el crucero del Señor del Gallo que ahora se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelos.